Hoy una casa familiar que a pesar del caos que respira mantiene un encanto innato ya que se percibe por todos los rincones la personalidad de sus habitantes.
En ella prima la comodidad y funcionalidad. Si una estancia tiene que cumplir varias funciones no pasa nada, por ejemplo:
– El salón no solo es una zona de estar, en él además de ver la tele o sentarte en el sofá a leer está el escritorio cumpliendo con la función de despacho. Sí, no es la mejor opción, pero si no hay sitio tampoco hay mayor problema en ello.
– Lo mismo ocurre con la habitación infantil, en ella la cuna comparte cama con un sofá que con toda probabilidad hace de cama para invitados inesperados que se quedan a dormir. En ella además está la librería de la familia, una estantería que ocupa toda la pared de la ventana.
El dormitorio aparentemente no cumple más haya de sus funciones normales al igual que la cocina. Pero tenemos que destacar la libertad con la que están decoradas todas las estancias. Muebles antiguos, el escritorio vintage, el color en paredes o en llamativos cojines, un poster en el baño o la balda de la cocina dedicada a los utensilios de cerámica dignos de ser mostrados, todos ellos son pequeños detalles que aportan un encanto especial a esta piso familiar.
Fuente: Planete deco