Después de cometer delitos como el derribo de la Pagoda de Fisac piensas que tal vez hayamos aprendido y errores así no vuelvan a cometerse, pero un día te enteras que Casa Guzman de Alejandro de la Sota ha sido derribada para construir un hotel o quién sabe qué. Edificios así tienen que permanecer como ejemplo e historia de la arquitectura de nuestro país y deberían estar protegidos frente a oportunistas carentes de sensibilidad.
Bien podríamos tomar ejemplo de Brasil y de este proyecto en el que el estudio Felipe Hess ha renovado y ampliado con gran acierto la casa modernista CSF. El acierto de esta intervención ha sido como han sabido mantener el carácter original de la casa preservando elementos como el parqué, las ventanas y los acabados exteriores.
Crearon una nueva planta superior a la que se accede por las escaleras situadas en el salón, el garaje pasó a ser la entrada principal junto con el elegante porche en el que se aloja la barbacoa y el comedor exterior.
El interior ha sido decorado con una mezcla ecléctica de muebles de mediados de siglo XX y con mucha mucha madera.
Fuente: Yatzer