La tendencia de volver a lo antiguo y a lo hecho a mano ha traído de nuevo el mundo del bordado. Pequeñas obras de arte en las que cada artista vuelca sus habilidades. Da gusto admirar las formas que adquieren los hilos y lo que pueden llegar a plasmar.
Descubrí a Sarah K. Benning en Instagram, su cuenta llena de verde llama la atención al instante y es que a ella lo que le gusta bordar son plantas.
Plantas de amplias hojas como algún Ficus o la Costilla de Adam, grandes cactus o plantas más pequeñas con llamativos maceteros. Acompañando al verde a veces personajes con gruesos jerseys y en vaqueros, alfombras étnicas o muebles con un estilo mid-century.
Bordados saturados, coloridos y con un estilo propio tremendamente llamativo.