Cuando un restaurante ocupa el espacio dejado por otro hay varias opciones: reformarlo por completo o aprovechar los elementos y la decoración del anterior.
En Anahí eligieron la segunda opción, aunque aprovecharon para aportar toques de diseño que dan más personalidad si cabe al local.
En Anahí los espejos se confunden con los viejos ventanales, el techo de estilo Art Deco se ha mantenido intacto, al igual que las pequeñas lámparas de techo y las repisas de mármol de las ventanas. No han intentado reparar los defectos, o los han mantenido, como los desconchones de los espejos, o los han destacado, como las grietas de los azulejos cubiertas con pasta de bronce. Las sillas han sido renovadas con respaldos metálicos continuando el juego de los toques de bronce que llega hasta la zona interior con unas impactantes paredes de latón y unas simuladas patas de jamón también metálicas.
Me encanta como en la primera zona han sabido mantener el alma del antiguo local destacando las imperfecciones y aportando pizcas de bronce que anuncian y nos preparan para la impresionante zona metálica que nos encontraremos dentro. El contraste entre las dos zonas es perfecto.
Fotos Persona Production