Este hotel está en Williamsburg, el barrio de moda en Nueva York.
Ubicado en una antigua fábrica, de ahí esa maravillosa altura de techos, dispone de 72 habitaciones la mayoría de las cuales poseen unas magníficas vistas gracias a los ventanales que conforman las paredes. La decoración es mínima y sencilla ya que toda la atención se la lleva el espacio por sí mismo.