Pues sí, un mercado en Ámsterdam, intentando evocar nuestros típicos mercados españoles. Imagino que la idea empezó en la Boquería, ese mercado barcelonés que sorprende a cualquiera, pero sobre todo a los extranjeros. Como ellos no disponen de esa variedad de profesionales españoles, adaptaron la idea y crearon un gran espacio donde disfrutar de las gastronomía española durante casi todo el día.
Situado en el puerto de Ámsterdam, donde últimamente proliferan locales de este tipo, ocupa un antiguo edificio que ha sido adaptado a su nuevo uso con un estilo industrial. Mobiliario sencillo, almacenaje visto, techo cubierto de lámparas industriales, embutidos, jamones y demás colgando e intentando crear ambiente, y neones que enseñan nuestros tesoros culinarios.
Espero que locales así acerquen nuestra cocina un poquito más a los holandeses, no les viene nada mal.