La diseñadora japonesa Haruka Misawa se quedó prendada de las virutas que se producen al sacar punta a los lápices. De algo tan cotidiano y sencillo ha creado estas maravillosas flores. Experimentando, a partir de varias capas de papel impreso con gradaciones de colores creo sus propias flores de formas muy similares a los restos de lo lápices ya que lo que hace es enrollar el papel firmemente y sacarle punta.
Cada flor es única e irrepetible, son pequeñas maravillas.