Esta casa nórdica se sale de lo común, además de su peculiar arquitectura en su interior también esconde varias sorpresas:
– En la entrada nos encontramos con una pared de hormigón en la que un gran hueco redondo nos deja ver la cocina.
– La cocina es espaciosa, en ella además de los elementos propios de la estancia hay sitio para una zona de estar amueblada con unos originales sillones de madera. La mesa de comedor y los bancos que la complementan caen en el minimalista absoluto.
– En el dormitorio vuelve a adquirir protagonismo una pared de hormigón que por un lado sirve de cabecero y por otro lado como ducha. Una solución en la que se ahorra espacio ya que dormitorio, cuarto de baño y vestidor comparten espacio.
– Y por último, destacar la existencia de una tienda con entrada independiente.
Estas son solo las estancias que me han cautivado, si quieres puedes ver la casa al completo aquí.