Hoy una casa victoriana, situada en Sydenham, muy cerca de Londres. Una casa luminosa, con mobiliario variado y algún punto de atrevimiento.
Buena elección la de las paredes, el azul oscuro en la parte superior le da un toque más desenfadado, menos clásico. Es arriesgado pintar las paredes en tonos oscuros, pero cuando una casa tiene unas ventanas tan grandes, que dejan pasar gran cantidad de luz merece la pena arriesgarse, el resultado es formidable.
En las habitaciones se han decantado por blanco y colores claros, ya que tonalidades fuertes resultan algo inquietantes en los dormitorios.
El mobiliario va de clásico a moderno pasando por el nórdico, pero a pesar de esa variedad queda perfectamente integrado con el espacio.