Esta es la historia de una entrega, de un háztelo tu mismo, de una solución para un cliente. Y sobre todo de una coche: nuestro SAAB 900.
Todo empezó cuando nos comprometemos a entregar las piezas en 3 semanas, y la venta se produce a primeros de Diciembre. La empresa de transportes, cierra en Navidad y no se compromete a entregar en Vigo antes de las mismas. Comentamos con el cliente esta circunstancia, y nos comenta que tenía ilusión por tener los muebles en casa para esas fechas.
Nos pusimos a ver las alternativas, que logísticamente, al tratarse de piezas delicadas eran pocas. Tras darle varias vueltas, se nos ocurrió llevarlos nosotros mismos para cumplir con el compromiso de entrega. Entonces empezamos a ver tarifas de furgonetas en alquiler…Contando con el alquiler, el combustible y los peajes, era una venta que no nos dejaba beneficio. Pero el compromiso de entrega era sagrado y si había que ir había que ir costara lo que costara.
Pero se nos encendió una lucecita que decía que en ese viejo trasto que teníamos como segundo coche, quizá podrían entrar. Abatimos los asientos, lo medimos, y ¡eureka! parecía que entraban.
Nos presentamos en la fábrica ante la mirada atónita del carpintero, que no se creía que nos fuéramos con ese trasto hasta VIGO.
Nos pusimos en marcha el sábado 19 de Diciembre temprano, haciendo una primera parada en Puebla de Sanabria. Era increíble como iba el coche, cargado de muebles y con casi 25 años a sus espaldas.
Tras 750 kilómetros llegamos a Vigo, ciudad recogida, inquieta, con un encanto especial. Hasta el lunes no podíamos entregar la mercancía, así que el domingo dimos una vuelta, con los muebles a bordo, por la Rías Bajas.
Y por fin el lunes llegamos a destino, a entregar las viajadas piezas.
Quedaba volver, pero esta preciosa máquina sueca no nos iba a fallar, y nos iba a traer sin respirar apenas. Ya descansó debajo de casa como se merecía.
Canela y Naranja
8 enero, 2015 at 8:29 am (10 años ago)Qué bien se portan cuando realmente los necesitas, ¿verdad? El mío nos ha salvado mogollón de veces durante la reforma: transporando sacos de escombros, losas, vigas…
Énola
9 enero, 2015 at 8:17 am (10 años ago)La verdad es que siempre tienes miedo de que te deje tirado en medio de la carretera y al final pocas veces nos ha fallado ;)
`MAngeles
8 enero, 2015 at 10:07 am (10 años ago)qué bien! Responsabilidad de entrega…..
Os atreveriais a Suiza? Saab 900 u otro ?
Saludos
Énola
9 enero, 2015 at 8:16 am (10 años ago)Con el Saab a Suiza no nos atrevemos y eso que seguro que aguanta!! pero con nuestra empresa de transporte llegamos a casi toda Europa!!
Saludos
Isabel
8 enero, 2015 at 10:13 am (10 años ago)¡Me encanta la historia! ¡Y el coche! Ahora los productos que se fabrican en serie ya no se cuidan tanto, no aguantan tanto como estos. Las cosas que tienen más de 30 años son joyas! Me ha encantado!! Un besazo!
Énola
9 enero, 2015 at 8:14 am (10 años ago)Gracias Isabel! Tienes mucha razón, con lo de la obsolescencia programada ya nada dura como antes. Besos!
The Sad-Eyed Girl
8 enero, 2015 at 11:39 am (10 años ago)Parece que al final de trasto nada de nada!! 750km son muchos km, además de bonito, todo un campeón.
Énola
9 enero, 2015 at 8:12 am (10 años ago)Estos coches son muy duros y aguantan mucho pero como nunca habíamos hecho un viaje tan largo teníamos nuestras dudas. Si antes me gustaba mi coche ahora me tiene loquita ;)
May Garbatella
8 enero, 2015 at 3:12 pm (10 años ago)jajajaja… buenísimo! viva el SAAB y las empresas comprometidas!!
Énola
9 enero, 2015 at 8:11 am (10 años ago)Jajajaja gracias May, viva el Saab!!
Mi casa no es de muñecas
8 enero, 2015 at 4:23 pm (10 años ago)Me encanta Laura!! Esta historia vuestra me ha hecho sonreír…. Me encanta!!! En atención al cliente, también un 10!! ¿A que las rías bailas (tierra de mi mamá y tíos, por cierto) son preciosas?…
Muak.
Énola
9 enero, 2015 at 8:09 am (10 años ago)Además de bonitas se come de lujo, lo tiene todo!!!
Besos