Supe de la existencia de Suturno cuando me enamoré de uno de sus pañuelos y otra vez me he vuelto a enamorar, esta vez de su estudio. Gracias a AD, que siempre nos invita a lugares diferentes, disfrutamos de la personalidad de esta pareja.
Como es de esperar de un diseñador la sensibilidad estética impregna su vida, siempre pensamos que su lugar de trabajo será reflejo de sus creaciones, de su ingenio y de su personalidad. En este caso no me he sentido defraudada y su estudio respira originalidad, algo de encantador caos pero mucha armonía y ligereza, un lugar perfecto para cazar la inspiración.
Cuadros, barcos, cerámicas, revistas y muchos libros decoran paredes y llenan muebles sin recargo alguno, tarea difícil donde las haya. Blanco de base y diseño en el mobiliario hacen el resto.
Fotos: Asier Rua