Volvemos de nuevo con un apartamento en Estocolmo, donde la luz y la sencillez son protagonistas. En esta casa los propietarios se han provisto de los muebles justos, dando así sensación de un hogar espacioso pero sin llegar a parecer vacío.
En lo que a colores se refiere es bastante neutro: blanco con algo de gris y negro. Jugando con el color únicamente en dos puntos: en la cama, con los cojines, y en el salón con un original aparador azul.
Aunque darle color a una pieza con tanta presencia como esta puede parecer demasiado atrevido, el resultado además de discreto es muy acertado, a veces hay que atreverse ;)
Fuente: Kreavilla