Hoy una casa nórdica en todo regla: con una decoración poco estridente, no demasiado color, toda la luz posible y mucho estilo, en la que han aprovechado el espacio disponible sin recargarlo.
Para la televisión han elegido un gran mueble blanco de líneas rectas que contrasta con el aparador nórdico vintage situado en la esquina del salón, una preciosa pieza que resta modernidad a la decoración dándole un toque retro perfecto.
El escritorio lo han colocado donde había hueco ¿y por qué no? Se ubica en el pasillo y hall de entrada y la verdad es que siendo tan espacioso no me parece nada mal aprovechar ese rincón para colocar el escritorio. A veces hay que quitarse esas costumbres y prejuicios que permanecen enquilosados en nuestra cabeza y pensar con un ¿y si…?