La mayoría de los niños ya habrán empezado el colegio y en Alemania unos pocos privilegiados asisten a una guardería que es un gato, sí, habéis oído bien, un gato. Los niños entran por su boca y si quieren pueden salir por el rabo que es un divertido tobogán. El arquitecto Ayla-Suzan Yöndel y el artista Tomi Ungerer tuvieron la fabulosa idea de dar al edificio la forma de un gato en cuclillas, al acecho, preparado para saltar en cualquier momento.
Felicito a los artífices de este proyecto que han pensado en los usuarios finales del edificio y han aplicado algo de fantasía e imaginación en su trabajo. Estoy segura que ir al gato es más llevadero que ir al colegio, por lo menos a mí me hubiera encantado.
Rocío
10 septiembre, 2013 at 9:38 am (12 años ago)jeje yo de pequeña no fui a la guarde, entré directamente al cole aunque creo que fue super duro el golpe jaja.
Me encanta el proyecto, así de gusto ir al cole!!
Maria Eugenia
10 septiembre, 2013 at 10:33 am (12 años ago)Que sitio tan original para ir a aprender. Así dan ganas de levantarse cada mañana para ir a cole.
Un beso
Minorca
10 septiembre, 2013 at 10:37 am (12 años ago)Muy original y además muy luminoso!
Emma . Pigs & Roses
10 septiembre, 2013 at 11:51 pm (12 años ago)¡Me encanta! y a mi pequeñín le gustaría aun más :)
Le Chic Inimitable
11 septiembre, 2013 at 7:29 pm (12 años ago)¡Genial! La cola-tobogán es perfecta ;)
Besos!
· Le Chic Inimitable ·