Hueso está en Guadalajara (Méjico), un restaurante plagado de lo que indica su nombre. 10.000 huesos forran las paredes todos pintados de blanco, lo que crea unas bonitas paredes vistas de lejos pero de cerca algo inquietantes
Al principio sorprende, luego cada uno elige: repulsión o admiración. No sé si hay un objetivo definido en esta decoración, está claro que no deja indiferente pero dudo si detrás de todo ello hay una declaración de hartazgo hacia el vegetarianismo y compañeros o simplemente un recurso decorativo como cualquier otro.
La reforma ha sido llevada a cabo por Cadena + Asociados y dejando los huesos a un lado, han dado vida a un local impresionante: instalaciones vistas pintadas de blanco que se confunden en las paredes, mobiliario de madera que aporta algo de belleza simple, muy necesaria, y ventanales de doble altura donde nos encontramos con el color ausente en el interior.
Fotos: Jaime Navarro
Rocio Esquilas
5 diciembre, 2014 at 9:57 am (10 años ago)Por favor, ¡menuda pasada! pero… qué pena que pille tan lejos. Cada vez me gustan más los espacios 100% white
La Bici Azul
5 diciembre, 2014 at 1:01 pm (10 años ago)Macabramente espectacular. El espacio y el mobiliario son todo un acierto, huesos aparte.
Me ha enamorado el árbol del interior.
Bird-Deco
8 diciembre, 2014 at 11:55 am (10 años ago)También coincido, espectacular, de forma global la decoración es preciosa. Ahora bien, los huesos… quedo indeciso entre repulsión o admiración, habría que probarlo… un saludo!
Lorena
9 diciembre, 2014 at 1:33 pm (10 años ago)A mí me parece una pasada! Me ha asombrado y muy gratamente, de verdad. Le veo hasta un punto dulce, será que estoy fatal… jaja
Menudo descubrimientos haces, Laura, me encantan :D
Canela y Naranja
27 diciembre, 2014 at 7:30 pm (10 años ago)En Évora hay una capilla fabricada con huesos y es espeluznante, así que esta, aunque resulta aparentemente mucho menos lúgubre, la verdad es que no me parece un lugar en el que pueda sentirme cómoda.
La de Évora, por cierto: http://www.canelaynaranja.es/2014/01/nosotros-los-huesos-que-aqui-estamos.html