Una casa de grandes dimensiones, con amplios espacios que apuesta por la sencillez y se aleja de lo recargado.
De ella me quedo con varios detalles:
– El aparador vintage de la zona de estar del salón a juego con el mueble vintage que sirve de almacenaje en la zona de comedor.
– En la cocina, además de con su amplitud, me quedo con esa pared de azulejos azules y con la espontaneidad del banco y del mueble gris sin patas, nunca hubiera pensado colocar piezas así en la cocina pero, la verdad, es que me encanta como quedan.
– Esa pared sumamente aprovechada a través de múltiples divisiones y con muebles de muchos tipos y distintos tamaños pero que comparten el color amarillo.
– La variedad en la elección de los muebles sin seguir un patrón concreto sino, simplemente, atendiendo al gusto de sus propietarios.
– Y por último los grandes ventanales que dejan que la luz entre y lo inunde todo.
Fuente: Wtwonen