En esta época del año me da por soñar más que nunca, las vacaciones son la excusa perfecta para dejar ir la imaginación y pensar en la que podría ser nuestra casa de verano.
Hoy imagino que mi refugio es único, que el solo ocupa un pequeño peñón y que para llegar hasta él tengo que pasar por un puente colgante. Estaba así cuando llegué así que las preocupaciones y complicaciones anteriores relativas a su construcción y a la forma de hacer llegar hasta allí materiales y demás no entran dentro de mis pensamientos.
Mi pequeño peñón, según las mareas, estará en la playa o cubierto por el agua pero para mí lo único que cambia son las vistas, mi idílica casa se encuentra en lo alto del todo así que queda protegida de mareas y demás.
Como toda casa de verano que se precie tiene un buen porche para desayunar o cenar mirando el mar y en el que también puedo echarme pequeñas siestas en mis bonitas hamacas.
En el interior todo está preparado para darme el máximo confort y la verdad es que a veces estoy deseando que la lluvia y el fresquito me impidan salir y así poder quedarme leyendo un libro junto a la chimenea o preparando un buen bizcocho en mi cocina.
El que no sueña es porque no quiere y está casa invita a ello ¿o no?
Nolte Cocinas
9 julio, 2015 at 10:10 am (10 años ago)Has encontrado al paraíso ! Esta casa lo tiene todo, exterior e interior