Francesco y Federico llegaron a Berlín en el año 2008 con la idea de montar una banda y vueltas que da la vida ya van por su segundo restaurante. El primero comenzó de la forma más tonta, primero cocinan para los amigos luego surge algún encargo más serio y cuando se dan cuenta acaban en un local tomando nota de las reservas y que con el boca a boca se convierte en un éxito.
Bosco es su segunda criatura, descubrieron este bonito local en Kreuzberg y con un lavado de cara en el que ellos mismos participaron le dieron vida. Es un restaurante sencillo, su decoración es como la de muchos locales en Berlín, casual y natural, con muebles de distintas procedencias y algún cuadro o mural en sus paredes. Su secreto es pensar en los invitados, Francesco y Federico ofrecen el trato y la comida que a ellos les gustaría recibir, así de simple.
Fotos: Ana Santl
Mapi
11 marzo, 2015 at 1:49 pm (10 años ago)Qué de encanto tiene este local!! Me encanta la mezcla de mobiliario y sus lámparas colgantes, me tropecé en Berlin con locales varios de este tipo, qué recuerdos!! Un viaje para repetir! Bss
Mi casa no es de muñecas
11 marzo, 2015 at 2:47 pm (10 años ago)Así de simple y de complicado a la vez, verdad? Me encantan las historias que empiezan siendo una cosa (como una banda de música) y terminan como otra (véase este Bosco). Genial y preciso!
Lorena | na sua lua
12 marzo, 2015 at 9:43 am (10 años ago)Qué pasada de restaurante, ningún lugar como Berlín para encontrarte con perlas como esta! Me lo apunto para mi próxima escapada!
Un besito, Laura*