En esta casa viven una madre y sus dos hijos, en las fotos vemos que los niños tienen sus espacios reservados: su mesita con sillas delante del sillón, el tipi en un rincón del salón o un tobogán para deslizarse en vez de bajar escalones. Me gusta esta casa por sus piezas, el bonito aparador vintage para la tele y esa chaise lounge tan sencilla y tan versátil, imposible dejar de mencionar la preciosa pared de ladrillo y las imponentes ventanas de guillotina.
Pero lo que más me gusta es que los niños también tengan su espacio en el salón sin tener que romper con la decoración adulta llenando todo de colores o dibujos infantiles. Han sabido hacerlo de tal forma que los muebles tanto de unos como de otros conviven en perfecta armonía.
Fuente: The Design Files
Foto: Annette O’Brien