Viendo estás imágenes la vida de Rae me da envidia, sin saber nada y solo observándolas me imagino como es cualquier día es su rutina, en su taller. Imagino que se tomará el primer café del día, en una de sus tazas por supuesto, todavía a oscuras y con música pausada de fondo. Poco a poco amanecerá y la luz empezará a inundar su taller a través de esos viejos ventanales tan perfectos. Terminado el desayuno comenzará la hora de modelar, de relajarse con el torno y ver por donde anda la inspiración en ese momento. Luego para relajar la espalda y mover un poco su cuerpo se dará un paseo con su perra Wilma y quién sabe lo mismo aprovecha para comprar la comida del día.
La Bici Azul
17 abril, 2015 at 10:57 am (9 años ago)Ya sabes lo que me gustan a mi los estudios, en especial los de cerámica. Este sorprende por su luz y por el orden.
Buen finde!!
The Sad-Eyed Girl
17 abril, 2015 at 6:19 pm (9 años ago)Los estudios siempre tienen algo especial que nos invitan a soñar. Recientemente he empezado a dar clases de cerámica y sólo puedo decir que es una maravilla (quiero hacer un post próximamente). Me imagino la gozada que es tener un espacio como este!
Énola
20 abril, 2015 at 10:46 am (9 años ago)¡Qué suerte! Me encantaría probar alguna vez el torno y su poder relajante ;)
Espero tu post para leer tu experiencia.